Luke Adams es un agente de policía a punto de cumplir cuarenta años, está divorciado y lleva un estilo de vida más o menos organizado que no se plantea cambiar.
Sin embargo, tiene una fantasía pendiente: seducir de una vez por todas a Dora, una rubia esquiva y descarada que lleva rechazándolo demasiado tiempo.
Pero mientras aguarda a que ella caiga rendida a sus encantos, el comportamiento de Luke está lejos de ser el de un monje...
Se entretiene con amigas dispuestas a pasar un buen rato, y a las que siempre deja muy claro que no han de esperar nada más de él, porque tarde o temprano su deseo se hará realidad.
Pareciera que estoy rindiendo homenaje a Noe Casado reseñando tres libros de corrido, pero nada más lejos... Terminé de leer todos sus libros y sólo me quedo con Divorcio, que fue el primero que leí.
Para las que leyeron "No me mires así", en este último libro van a encontrarse con un personaje conocido, Luke Adams, el antiguo compañero de Wella.
No se entusiasmen, porque no van a disfrutar ni de Matt, ni de ella, salvo unas menciones sin pena ni gloria.
Trato de reseñar nivelando siempre para arriba y con los últimos libros que leí me está costando un poco y éste no es la excepción.
La historia
En "A ciegas" me encontré con una trama forzada y muy poco trabajada. Sentí que estaba leyendo un borrador, un intento de ser algo que no llegó a ser. Me encantaría poder decir algo más positivo, porque ensayo, borrador, o lo que sea, es el trabajo de alguien y por sobre todo, el sueño de un creador.
Pero no puedo dejar de expresar lo que sentí al leerlo. Recuerden, es todo muy subjetivo...
La historia es pequeña y simple. Luke, aquel personaje que Casado nos presentó en "No me mires así", aparece como protagonista en un relato que no tiene solidez.
Lo poco que pudimos conocer de él en la novela anterior no se corresponde en nada con lo que la autora nos ofrece en esta novela. Aquí me pregunto, ¿por qué no crear un personaje nuevo?
De pronto Luke es un macho alpha que participa en tríos, coquetea con la sumisión y su corazón es inconquistable, hasta que conoce a Bianca y todo cambia.
Al inicio de la novela, Noe Casado nos da una pincelada de la psicología de los personajes, sin embargo, no logra sostenerlo a lo largo del relato y sus elecciones autorales parecieran jugar a conveniencia de su duende creativo y no del relato.
Es así que sin dilación, la protagonista pasa de ser una mojigata a una hembra ardiente.
Otra característica de Casado es irse por las ramas y poner enfasis en cuestiones que luego abandona o pierden peso en el discurso. El tema es que, en una historia de cien páginas, distraerse en otras cuestiones insignificantes es un pecado.
En resumen
Lo que sentí es que había que hacer un libro con mucho sexo, aprovechando el éxito que supone escribir erótica, sin importar si la historia valía la pena, si era consecuente con el erotismo o si era digna de ser contada.
El discurso erótico no es para cualquiera, hay límites muy finitos y caer en la vulgaridad es demasiado fácil.
También lo es caer en la incoherencia y esta historia no tiene una base sólida donde apoyar las acciones de los personajes.
Por cierto... la escena de los nudos en la sábana.... ¡¡¡POOOOOR QUEEEEEEEEÉ! Un espanto.
Es un libro olvidable, (sacando lo de la sábana que será recordado como lo más ridículo leído en mi vida), que de tan flojo no entra ni en la categoría de malo.