Macarena ha conseguido poner su vida y su trabajo en orden.
Macarena cree que Candela es la ayudante que necesita.
Macarena empieza de nuevo.
Leo sigue presente... como amigo.
Y mientras Macarena vuela...
Jimena se obsesiona con el pasado de Samuel,
Adriana no puede seguir luchando contra ella misma.
Porque las canciones que fuimos se convierten en pasado.
Porque los recuerdos que seremos son el futuro
Hace mucho que les debía esta reseña pero justo el día en que terminé este libro, comencé mi mudanza...No podía comenzar una nueva etapa sin que BetaCoqueta estuviera cerquita. Con su final dando vueltas en mi cabeza mientras metía partes de mi vida en cajas y canastos.
Como siempre les pido disculpas por mis ausencias y les agradezco su paciencia. Pero más que nada les doy las GRACIAS más ENORMES por siempre seguir siendo parte de esto, que más que un blog es una comunidad. Y mil gracias más por estar siempre cuando la vida me mueve de un casillero... en este caso, ¡casa nueva!
Ahora si, FUIMOS CANCIONES llegó a su fin y en cada página de SEREMOS RECUERDOS descubrimos el camino que recorrieron Maca y Leo hasta llegar al último capítulo.
Mis sensaciones
Siempre que reseño la continuación de un libro, aclaro que no suele haber cambios en el discurso o las características del libro. (Y lo seguiré repitiendo hasta que se cansen de mi, pero el público se renueva)"Seremos recuerdos" no es la excepción, así que pueden releer lo que encontré en la primera parte y tendrán una idea de lo que Elísabet Benavent nos propone con esta historia.
En el discurso de una bilogía, encuentro fundamental que no se rompa el molde. Es la continuación de una misma historia y el autor no debería sacarnos de ese clima al que nos llevó en el principio del cuento. Por suerte, Benavent domina con mucha seguridad la división del relato y sabe darnos una estructura impecable en cuanto a la continuidad de sus libros.
En SEREMOS RECUERDOS nos encontraremos con el desenlace de una historia de amor y este final es relatado con su principio, su nudo (apretadísimo) y el final (flojo...flojito!)
No se desalienten, yo amé este libro. Mucho.
Cuando Betacoqueta me dijo que en su próximo libro quería narrar algo más liviano no pensé que terminaría siendo una historia de amor tan profunda.
Imaginaba la típica novela de situación que suele publicar Megan Maxwell y sin embargo encontré la historia de amor más bonita y sentida del mundo mundial.
Sí, es fresca y con un tono más chispeante que intimista pero en Leo y Macarena encontré el relato más serio y comprometido de una relación.
A través de ellos Elísabet Benavent nos cuenta cómo debió madurar el amor que nació prematuramente.
Leo y Macarena se conocieron demasiado pronto, de hecho existe una foto de cuando ella nació donde él la sostiene en brazos.
Se reconocieron de inmediato y eligieron devorarse hasta llenarse la boca, pero no estaban preparados. No en ese momento, ni en los siguientes.
Y en el primer libro supimos que iba a ser una pena que esa historia de amor no tuviera su final feliz. No el de los besos que nos llenan ni el sexo que calma la piel. Eso no era difícil entre Leo y Macarena. Podrían haberse encontrado y elegido mil veces más y mil más hubieran terminado echandose a perder.
El final.
Para llegar al final, esta pareja tuvo que volver al comienzo y eso es lo que más me gustó de la historia.Me gustas más de lo que nunca me gustaste en el pasado.
Se volvieron a enamorar de la nueva versión que encontraron en el otro. Pero primero tuvieron que dejarse del todo. Enterrar ese amor pasado y sus heridas para así poder encontrarse con la versión más madura de su amor. ¡Y eso me encantó!
En esta historia la autora no nos vende un seguro de final feliz. Por el contrario, durante el relato Benavent intentó prepararnos para que pudiésemos comprender que quizás Leo y Macarena no podrían volver a vivir el amor.
Lo mejor del amor
Lo que más me gustó de esta historia es el sentido y sincero viaje que hicieron los personajes buceando en las profundidades de su historia de amor. Reconocieron quienes fueron y decidieron quienes querían ser. Primero desde lo individual y luego diseñaron lo que querían ser con alguien más.Amé la madurez que encontré en sus sentimientos, en sus miedos y en sus deseos. La valentía de renacer para vivir mejor.
Una vez, en una historia de amor que no llego a un buen final, pensé que a veces el único modo de volverse a enamorar es conociéndose desde cero otra vez. Como si fuera la primera vez.
Y para que esto suceda, ambas partes deben presentarse nuevas. Y quizás por eso es tan difícil.
Mujer de mi puta vida
Lo que amé esa expresión que murió en boca de Leo no tiene nombre. Sin dudas es uno de mis personajes preferidos. Es un varón con una inteligencia exquisita y una hombría que deja sin aliento. Asume sus debilidades, defectos y equivocaciones con la misma seguridad que reconoce su amor.Es que pocos hombres pueden tener el coraje y la sabiduría como para reconocer a la mujer de su puta vida y no bajar los brazos hasta encontrar el modo de hacerlo funcionar.
Es que sin esa mujer, la vida sigue y tal vez sería menos puta pero tan vacía...
Como dije en la reseña del libro anterior, amé esta historia y la pareja protagonista me lo dio todo. Macarena me gustó muchísimo. Creo que es una de mis preferidas en la estantería Benavent y tiene que ver con lo auténtica que me resultó. Cercana, imperfecta y valiente.
Y no existe mejor mujer para Leo que esta chica que, pese a los malos pronósticos, se animó a trazar un nuevo camino. El que no apuesta no gana y esta pareja, se la jugó entera por su mejor final. ¡Los amo!
En resumen,
Me gustó tanto este libro que lo leí dos veces. Tardé en reseñarlo porque si bien estaba en plena mudanza, no podía sacármelo del sistema. Al día de hoy estoy procesando todo lo que esta pareja me dejó.Una clase especial de la maduración del gran amor.
Una clase magistral de aceptación.
La celebración de los que no se rinden y creen en su amor por sobre todas las cosas.
A veces para volver a amar hay que volver a encontrarse. Nuevos, maduros, distintos pero siendo los mismos. Los del presente que quieren el mismo final que aquellos de antes que no supieron triunfar.
AMOR imperfecto de los que me gustan.
Lo que no me gustó...
¿Qué fue ese final? Una desprolijidad, por empezar.Elísabet adorada... no es necesario romper todas las reglas. No me gustó. Me sentí desorientada, perdida y leía sabiendo que iba a tener que releer, porque la confusión no me permitió disfrutar nada del final.
Lo único bueno de este intento de originalidad es que como siempre, Benavent logra hacernos sentir con sus textos lo que ella quiere. Tuve miedo, tuve dudas, y hasta pensé que no todo iba a ser como yo quería.
Por mi, que no lo haga más. No me gustó.
Tampoco me gusta ese juego de presentarnos a la próxima protagonista en "El café de Alejandría". Hubiera preferido que en todas esas páginas me contara más de Adriana y Jimena (una de mis preferidas y cuyo final quedó totalmente perdido en ese epílogo tan flojo).-
Me gustó tanto esta historia y me llenó de tantos sentimientos y tantas ganas de no tener ganas de lo mismo que ni siquiera el final me opacó la magia de dos libros inolvidables.
A ustedes, ¿qué les pareció?
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