Ochenta melodías de pasión en azul - Vina Jackson

Recientemente instalada en Nueva York, la pelirroja Summer Zahova está disfrutando de su vida como violinista en una orquesta importante. Bajo la atenta mirada de Simón, su impresionante director venezolano, su carrera, y la propia Summer, florecerán. Pero una nueva ciudad, un éxito reciente, le deparan nuevas tentaciones, y muy pronto Summer se ve arrastrada de nuevo a un peligroso mundo ilícito y peligroso de intriga y deseo que creía haber dejado atrás para siempre.
Entretanto Dominik, el rico profesor universitario, frustrado por su vida en Londres sin Summer, se ve arrastrado a Neva York para estar con la mujer sin la que ahora sabe que no puede vivir. Pero aunque Dominik cree que puede proteger a Summer de su lado oscuro, no imagina que sus propias pasiones pueden acabar siendo mucho más destructivas.

Hace menos de un mes reseñé “Ochentamelodías de pasión en amarillo”, la primera parte de esta serie escrita por Vina Jackson. Mis sensaciones con aquel libro fueron muy frías y durante toda la lectura tuve una sensación de vacío que se relacionaba más con la angustia que con el erotismo.

Para mi es necesaria la historia de amor en la historia pero no solamente eso me faltó en aquella lectura, también me encontré perdida sin tener claro lo que los personajes querían o hacia dónde se dirigían.

Así es que comencé a leer la segunda parte con pocas ganas y las peores expectativas y milagrosamente, encontré un relato más sólido, con más sentimientos, una trama más interesante y un discurso mejor organizado.

La historia

Continua luego de que Dominik viajara a Nueva York para salvar a Summer de la oscuridad que estaba transitando. Conmovido por el reencuentro, él decide solicitar una beca y mudarse a la gran manzana para pasar nueve meses con Summer.

No pudieron disfrutar mucho de la convivencia puesto que Simón, el director de orquesta le propone a la joven violinista convertirse en solista y el éxito fue tal que una agente le propone una gira que la mantendrá alejada de la ciudad y de Dominik.

Sentirse abandonado en Nueva York cuando se mudó hasta allí sólo para estar con ella le molestó notablemente y esto se hizo palpable para Summer que no podía renunciar a la oportunidad de cumplir su sueño profesional.

Cuando ambos descubrieron que tenían que hablar muchas cosas y enfrentar lo que realmente sentían, un oscuro personaje organiza un perverso juego que termina separándolos definitivamente. Aunque nada es definitivo y para saber qué más pasará en la extraña relación entre Dominik y Summer habrá que esperar a la tercera entrega de esta serie: Ochenta melodías de pasión en rojo, que saldrá a la venta en España el 26 de marzo.

Mis sensaciones

Me resulta extrañísimo que un libro que es la continuación de uno que NO me gustó me haya gustado. Creo que es la primera vez que me sucede, pero con “Ochenta melodías de pasión en azul”, me pasó.

Sorpresivamente en esta continuación aparecen los sentimientos, callados y manifestados tácitamente entre los personajes pero expresados de un modo cómplice al lector.

Ya con una historia de dos que se aman, de un modo extraño y controversial, pero amor al fin, pude relajarme y tratar de empatizar con Dominik y Summer.

Otra de las cosas que aparece en el discurso son los conflictos más claros y climas más sólidos dentro de la historia.

Queda claro que los personajes están confundidos y buscando una explicación a sus deseos y sentimientos pero no por eso el lector tiene que estar tan perdido como ellos. En esta segunda parte, me sentí más cómoda y más orientada en cuanto este punto y eso hizo de la lectura una experiencia completamente distinta.

Quizás esta serie va mejorando color por color y en el rojo ya encuentre algo mucho mejor… #wishing

Los personajes

Cambian notablemente. Dominik no es tan dominante ni es el que tiene el control permanentemente y Summer deja de ser tan frágil.

Él está fuera de su elemento, mudado a una nueva ciudad admitiendo que necesitaba estar cerca de ella. Summer en cambio pasa a ser reconocida en el campo profesional y decide alejarse, viajar y crecer. Ambos piensan en Summer…

Curiosamente, en este libro, los dos personajes están muy parejos en cuanto a sus miedos, vulnerabilidades, y sentimientos, pero fundamentalmente, lo que los une es la necesidad de explorar sus deseos y su sexualidad. Cosa que hacen cada uno por su lado.

El tema

La trama gira en torno a la dominación y la sumisión, pero en este libro el acento está puesto en la exploración individual que cada uno de los personajes hace sobre este tema.

La búsqueda de respuestas y de un equilibrio entre el amor y sus deseos es el eje de esta azulada historia y el final nos deja deseando que encuentren el modo de estar juntos, sintiendo la pena y la soledad que cada uno lleva en el alma.

En resumen,

Me gustó un poco más esta parte de la historia, más que la anterior de la serie, porque entendí el sentimiento que une a Dominik y Summer. Al fin pude tener un deseo en mente para el final de esta pareja y pude temer por los conflictos que deberían enfrentar, anhelar que se dijeran abiertamente lo que sienten y suspirar cuando el final abierto me dejó queriendo un poco más de su retorcida historia.

No es un libro suave ni romántico, aunque los sentimientos aparecieron. Es sórdido, crudo y más rebuscado de lo que a mi puede gustarme pero si hay algo que destaco es el realismo con el que se construye la novela.

El plus de esta serie, la música que acompaña cada momento, los escenarios tan bien documentados y las reseñas que los autores brindan constantemente, que van desde la subcultura del BDSM hasta la geografía que transitan los personajes.  Impecable en este punto la pluma de estos dos autores que se hacen llamar Vina Jackson.

Sube un poco la puntuación con esta sorpresiva sensación que me dejó el color azul de la serie.