Un cuento perfecto - Elísabet Benavent


¿Qué sucede cuando descubres que el final de tu cuento no es como soñabas?
Érase una vez una mujer que lo tenía todo y un chico que no tenía nada.
Érase una vez una historia de amor entre el éxito y la duda.
Érase una vez un cuento perfecto.
Elísabet Benavent, explora en esta historia sobre el significado del éxito en la vida y reflexiona con ironía y humor acerca de las imposiciones sociales, la presión del grupo y la autoexigencia que, aunque cueste creerlo, no es sinónimo de felicidad.

Mis sensaciones


A través de mis historias de IG, muchas veces pueden ver que estoy leyendo algo y nunca llegan a ver la reseña plasmada en el blog. A veces es porque son reseñas pagas que el autor decide no hacerlas publicas y otras porque el libro fue tan aburrido que ni vale la pena mencionarlo. Sucede...
Lo que ocurrió esta semana me parece interesante. Una de mis autoras preferidas, publicó un libro que me costó mucho leer. Me vieron dar vueltas y distraerme o quejarme de no poder encontrar ese pulso que siempre me sacude con un libro suyo.
Entonces les dije: lo bueno es que cuando en mi reseña yo les diga que la amo por sobre todas las autoras del mundo mundial, también sabrán que lo digo  a pesar de que "Un cuento perfecto" me dio mucha pereza.
El final sigue siendo el mismo, es la autora más talentosa e inteligente que conozco. La historia es otra cosa.

El discurso

Nacemos para contar y escuchar historias y el discurso es el modo que elegimos para que el cuento tenga el efecto que queríamos. Para mi es lo más importante de un libro, más allá de los recursos estilísticos, la calidad de la prosa o la excelencia del vocabulario. Lo que me importa es cómo te cuento el cuentito.
En esta oportunidad la autora divide la historia en un principio muy largo, un nudo sin envión y con mucha repetición para rematar con un final al que me pareció le faltó emoción.
Les diré que es muy difícil hablar de esta historia y su final ya que Elísabet Benavent, en una nota al lector, pide que no lo comentemos. Trataré de cumplir con su pedido y les sugiero que hagan lo mismo, aunque es de lo que todos queremos hablar.
Permitamoslé este experimento de dejar que cada una de sus lectoras se sorprendan y en lo personal, ruego que nunca más vuelva a hacernos una propuesta como esta.

Creo que la historia que se quería contar es buena pero tal vez se planteó de un modo que a mi me complicó. Por momentos sentí que a la propia Benavent se le había puesto difícil la tarea y a mi me costó empatizar con el conflicto propuesto.
Sentí que todo estaba agarrado con alfileres. Una novia fugitiva que deja en al altar a su novio perfecto. Inmediatamente quiere recuperarlo y mientras yo no terminaba de entender la fuga ya aparecía un plan de reconquista que me resultó muy traído de los pelos.
La autora nos deja claro que Margot también está confundida y el objetivo es que en este cuento ella encuentre sus respuestas.
El problema es que yo no tenía muy claro para donde pujar. Mucho menos cuando aparece en escena David, un personaje adorable pero que de tan frustrado daba pena.
Él también quiere volver con su ex novia y cuando el destino lo pone enfrente de Margot, deciden acompañarse en la tarea de  recuperar a sus antiguas parejas.

Hasta ahí todo me resultó una inocente comedia romántica a la que podría haberle puesto más onda si no fuera porque de Benavent espero siempre algo que me traspase el alma.
Sin embargo la autora me subió a un avión rumbo a Grecia para ser testigo de la tensión sexual más larga del mundo mundial, la frustración más confusa y el enamoramiento más evidente. Y mientras todo eso sucedía entre Margot y David, los ex novios aparecían sin sentido ni emoción.

Todo me resultó un incordio que pasaba de infantil a pesado hasta que de vez en cuando aparecían esas emociones inteligentes que Benavent sabe explicar. Esas respuestas a preguntas que mil veces nos hemos hecho y ella con una claridad superlativa nos las arroja en el medio de un párrafo que nos deja rebotando entre la emoción y la reflexión.

El tema

Lo que esta novela nos invita a mirar me resultó hermoso. De hecho hace mucho que Benavent nos viene planteando que las historias de amor no son como los cuentos de princesas y es por eso que me gusta tanto leerla.
En esta historia, a través de las dudas que marean a Margot y David, la autora nos invita a reflexionar sobre los amores idílicos, las diferencias que nos separan, las cosas que nos unen y la importancia que realmente deben tener en nuestra vida.
Eso me gustó mucho porque es ahí donde Elísabet saca de su manga una lección que nos deja releyendo un ratito su genialidad. Esa profundidad a la que llegan sus emociones y cómo cambian nuestras ideas después de leerla.
El amor es simple, nos cuenta esta historia, y sin embargo lo complicamos con todos esos temores y prejuicios que nos anudan el corazón.
Margot y David nos muestran que el amor sano es posible. Es un camino para vivir la realidad agridulce del día a día, es una receta más piola, sincera y madura. Es algo tan liviano que no se puede camuflar ni forzar.

Los personajes

David... ¡Qué bueno es encontrarte!
Es el personaje mejor logrado de Benavent. Quiero decir, está tan bien perfilado que en cada diálogo uno lo pedía ver y sentir.
Es sin dudas un protagonista diferente, porque tenía todo para ser un anti-héroe y sin embargo es quien tiene el poder de enamorar a cualquiera.
Margot en cambio no me resultó clara nunca. No le encontré carácter suficiente y al final seguí sin comprender qué quería en su vida.
Pero lo más importante es que ambos son hermosos. Cuando están juntos todo es una sonrisa, que hace cosquillas en todo el cuerpo y que se duerme con un suspiro.
David ilumina a Margot. Margot le saca brillo a David. Ellos juntos son vida. La vida del amor, como aprendí a través de Giselle Mazzeo en su libro. (Busquen "Sos la vida de mi amor" y me cuentan)
El problema es cómo está planteada la historia y tal vez fue el modo más perfecto de Benavent para cerrar el cuento.
Porque a veces nos perdemos entre los miedos, a veces las inseguridades nos alejan de la luz que tan bien nos proyectó un encuentro, tal vez damos mil vueltas sin poder animarnos a tomar la más importante decisión de nuestras vidas.
Pero en ese nudo, David y Margot fueron la pareja más perfecta. Esa que es un tesoro difícil de encontrar donde todo fluye libre y sano. Donde todo se puede hablar, vivir y sentir. Para mi gusto les faltó convicción. Hubo una duda, un miedo, un prejuicio que no les dejó ver tan claramente lo que proyectaron en las playas del mediterráneo.


En resumen,

No sé si esta fue una historia que tenía poco para contar o una gran historia de la que se contó poco. Creo que la mayor parte del libro son escenas de una calentura mayúscula, de confusión y frustración, de un enamoramiento cantado y poco sostén para narrarse en 640 páginas.
Es un zigzag emocional donde terminé sin saber qué les pasaba realmente a cada uno. Por momentos un relajo de infantil y por otros la evasión constante por profundizar en la historia.
De momentos aparecen todas esas cosas que uno quiere de Benavent. La explicación a nuestras dudas, la aclaración de sentimientos que vienen siempre contaminados por terceros, por  nuestros miedos y nuestras inseguridades.
El problema es que no encontré en David y en Margot la convicción con la que las historias de amor llegan en la última página.
De todas las parejas de Benavent, sin dudas esta será para mi la más olvidable  a pesar de ser los más perfectos de todos. Es que en lo personal encontré un discurso que fue el modo más imperfecto de narrar un cuento.
Pero estén atentas porque en lo imperfecto hay mucha belleza.
Te seguiré admirando Elísabet... a pesar de todo estabas vos y tu magia. Tal vez fui yo que no supe entenderlo.
Y del final sólo diré una cosa: el amor es una decisión.

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2 comentarios

  1. No leo un libro si antes no te leo a ti 😁gracia
    Cuando dices no lo pude soltar me emociono se que me va a gustar, gracias por tu trabajo tengo más de 5 años siguiéndote

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  2. Creo que la magia de un libro está en las sensaciones que te produce mientras lo lees... y que esas sensaciones sean las que quieres tener en ese momento. Si bien por momentos sus dudas y desencuentros me producían mucha ansiedad, este libro me hizo sentir cosquillas en la panza todo el tiempo... esas mismas que sentís en plena etapa de enamoramiento y quizás por eso me gustó tanto. Gracias por tus reseñas! Siempre entro a tu blog buscando el próximo libro de mi lista! Gracias!

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