Eva sueña con conocer a un caballero que la venga a buscar en un corcel blanco y la bese siempre con los ojos cerrados, como ha visto infinidad de veces en las películas. El problema es que la realidad nunca es como la ficción, y tiene que conformarse con sexo una vez por semana y deshojar margaritas. Pero no solo de Eva va esta novela. También están Carla, su hermana, que ni siquiera se atreve a mirarse en el espejo, y mucho menos a reconocer que siente algo por un mejor amigo; Gina, que busca llenar sus vacíos bajo un cuerpo… o dos, y María, que desearía ir a un concierto de rock y liarse con el batería, pero no se atreve… Si crees que el amor tiene muchas caras, que existen muchas maneras de manifestarlo, de disfrutarlo y de vivirlo, esta historia es para ti.
Había una vez un chico que no me gustaba. Él en cambio me declaró su amor no una sino tres veces y a mi no me pasaba nada. Así durante años hasta que un día lo vi mirándome con un anhelo nostálgico y el corazón me estalló de amor.
Algo así sucedió con esta historia que necesita ser editada un poco. Ser trabajada en sus divagues y destacar su profundidad, pero que al final, terminó despertándome un centenar de recuerdos y agotando sentimientos vencidos.
Quizás es por eso que, al final, abracé esta historia y la quise.
No conocía a Andrea Longarela, aunque luego recordé que alguna de ustedes me recomendó leer "La lista de Oliva", una bilogía que escribió esta autora bajo el seudónimo "Neïra". Aquel libro lo comencé y al no engancharme lo abandoné. Probablemente, si hubiera insistido un poco más, Olivia hubiera tenido la misma oportunidad que tuvo Eva, la protagonista de la historia que hoy les voy a reseñar.
Mis sensaciones
En un principio este libro me resultaba muy pesado. Había pocos diálogos, mucha descripción innecesaria y mucha información arrojada compulsivamente como cuando un niño pasado de azúcar intenta decirnos qué es lo que quiere.También comencé a recordar mucho a la Saga Valeria y cuando al reseñar digo que un libro me recordó a otro, muchas de ustedes inmediatamente, creen que encontré a un sucesor. Pues NO, mis queridas. Valeria seguirá siendo Valeria y aquí no van a encontrar quien la reemplace.
Pero Andrea Longarela construyó un relato coral donde cuatro amigas tienen historias para contar y entre todas conforman un marco muy similar al que contuvo la historia de Valeria y Victor.
Avanzando un par de capítulos, mis sensaciones cambiaron. La historia ya había sido presentada y yo había aguantado lo suficiente como para empatizar con todos los personajes.
Fue en ese punto donde la historia comenzó a sorprenderme y a despertar en mi la necesidad de saber cómo iba a terminar el libro. De ahí en adelante, mi corazón sentí todo lo que la autora esperaba de mi. Sentí mucho y lo hice muy bien.
El discurso
Como dije, esta historia necesita una buena corrección. Alguien que pueda borrar los tramos que la autora, por su cercanía con la obra no pudo soltar. Aquellos renglones donde la información no suma, sino que termina cansando o saturando al lector.Pero cuando uno llega a casi la mitad del libro se producen dos cosas: por un lado uno ya se acostumbró al discurso y hasta sabe que partes leer por arriba, y por otro lado, lo más importante, uno ya está comprometido con los personajes y su historia.
El relato de la autora me sorprendió desde el principio.
Andrea Longarela coloca al personaje de Eva, en un lugar donde no solemos ver a nuestras protagonistas y desde ese momento nos preguntamos para qué lugar rumbeará la historia.
Y así, seguimos siendo sorprendidas por la autora con pequeñas escenas que parecen arruinar toda historia de amor y sin embargo, la Eva e Hache resisten hasta el final.
Fue una de las cosas que más me gustó del libro, porque el amor viene con fallas, con errores y con actitudes hirientes que suponen el final de todo lo romántico.
Entre muchas escenas delirantes hay un profundo y sincero mensaje. Encontramos a una protagonista que se reconstruye después de cada golpe no sin antes asumir que lo único que quiere en la vida es por una vez, ser la elegida.
Los personajes
Pensé que el personaje de Eva no iba a gustarme pero le tomé cariño. La autora exacerbó su espíritu descarado y su entusiasmo pero cuando el lector pasa un par de capítulos acompañándola, termina queriéndola casi sin darse cuenta.En cambio "H" nos descoloca todo el tiempo. Es un encanto de varón al que en más de una ocasión se le quiere pegar fuerte. Es un hombre que hiere y acaricia hasta causar dolor. Duele mucho, si. Porque aunque en lo personal me niego a pensar que el amor duele, todo lo que hacemos sin amor o escapando del mismo puede causar dolores inolvidables.
Hache no es un mal tipo. Solamente es un buen hombre cometiendo torpezas que solamente una mujer como Eva puede aguantar.
Y aguantar es una palabra clave en esta historia. ¿Hasta cuando? ¿Para qué? ¿Cuando correrse y ponerse en primer lugar? Cuando se sienta. Bien o mal pero sintiéndolo de un modo inconfundible. Y en los finales se encuentran los únicos comienzos que valen la pena. Creanmé.
A esta pareja la acompañan las amigas de la protagonista. Amigas con historias propias que se tejen en paralelo a la historia central entre H y Eva. Como historias secundarias están regulares, pero los lectores no esperan mucho de ellas. Vuelvo a recalcar, que es un libro al que le falta una profunda revisión.
Y a pesar de estar un poco flojas, la autora supo dotar a cada una de las historias secundarias de la tensión justa para mantenernos interesadas en su curso. Sí, he leído por arriba las extensas descripciones que me parecían innecesarias pero jamás pude seguir de largo sin saber cómo seguía la historia de María, Carla o Gina.
En resumen,
"Amor se escribe con H" es una historia que me encantó por el tema que plantea y la composición de los personajes que la protagonizan. Me hubiera gustado que la autora se concentrara más en estos dos aspectos de su obra y se mantuviera ahí firme. En cambio, por momentos se pierde en escenas que distraen y que podrían llevar al lector a cerrar el libro.Por mi parte, que resistí más por capricho que por otra cosa, me sorprendió encontrar un relato que habla de la búsqueda del amor y la aceptación a pesar de los tropiezos a repetición. Nos cuenta una historia de amor, de esos que son mágicos porque fluyen con una naturalidad que pareciera ser predestinada. Esos amores desesperantes porque esta a la vista de todos y al alcance de pocos y sin embargo, esos que se aman lo dejan pasar.
¿Es un libro bueno? No. yo no reseño libros buenos o malos. Yo me sumerjo en historias que me gusta bucear. Y la de Eva y Hache a mi me recordó lo que es la magia de encontrarse para ser siempre algo más.
4 Comentarios
Un gusto pasar por el blog. Genial la reseña. Saludos.
ResponderEliminarGracias Lourdes!
EliminarBeso grande
Hola Gaby,
ResponderEliminarEstoy leyendola y sí que se ajusta a tu reseña, pero te cuento que Oliva y Mario fueron llevados con el mismo estilo y que hay que, como decias, saber darles una oportunidad. ya que más allá de la forma de esta escritora, las historias (como aquí) que cuenta lo merecen. Cariños, Isabel
Hola Isa
EliminarGracias por el dato de Mario y Oliva. No me enganché en su momento pero los tengo pendientes.
Beso grande