Doce años y un instante - Anna Casanovas

Sebastián Nualart cometió un grave error en su adolescencia, y a causa de ello su familia tuvo que mudarse a Cádiz para que empezase de cero.
Fueron tiempos difíciles, pero después de recuperar el cariño de sus hermanos y conocer a Cecilia, Sebastián pensó que el sacrificio había valido la pena.

Pero el pasado no ha quedado atrás, y la mejor noche de su vida acaba por convertirse en un infierno. Sebastián se ve obligado a huir de nuevo, esta vez mucho más lejos y con la certeza de que no podrá regresar jamás.

Doce años más tarde, Cecilia es una mujer fuerte y decidida, que no está dispuesta a ceder ante el hombre que la abandonó sin darle la menor explicación. Pero Sebastián ha estado esos doce años luchando por volver a verla, y ni ella ni nadie van a impedírselo.

De Anna Casanovas sólo leí la serie de Los hermanos Martí y en ella encontré una dulzura que hizo de mi lectura un compilado de hermosas emociones.

Ahora llegó a mis manos su última novela, que nada tiene que ver con la serie de había leído pero que conserva el estilo que tanto me gustó, donde los sentimientos quedan anclados al corazón y el amor tatuado en la piel.

La historia

En esta oportunidad Anna Casanovas nos relata una historia de amor que sobrevive al tiempo, con la angustia de las ausencias, el dolor de la espera y el fuego del recuerdo.

Cecilia y Sebastián comenzaron su historia de amor tres años antes de sellarla con un beso. Él, temeroso de su pasado y respetuoso de la juventud que transitaba Cecilia, esperó a que ella cumpliera dieciocho años para confesarle su amor, al que ella respondió con la frescura e ilusión propia de su edad.

Ambos soñaron su futuro aquella noche, soñándose juntos para siempre pero fue la última vez que se vieron, hasta que doce años después Sebastián volvió a buscarla, dispuesto a cumplir cada uno de los sueños que deberían haber compartido.

Pero su ausencia había dejado a Cecilia con el corazón roto y él deberá derribar todos los muros que con los años, la mujer que siempre amó, tuvo que elevar para defenderse y sentirse segura.

Sebastián la amo con el recuerdo durante doce años, sobreviviendo sin ella aferrándose a un instante donde se besaron y se juraron amor eterno, el mismo instante que ella siempre quiso olvidar y nunca pudo.

Mis sensaciones

Lo más importante de todo: me encantó esta novela. Sentir es la palabra clave y como me gusta hablar de sensaciones al leer, en esta lectura sentí todo.

Hubo momentos en los que no pude contener las lágrimas y otros en los que el suspenso y la ansiedad me desbordaron.

Cuando hablo de suspenso, aclaro que es simplemente el hecho de estar expectante ante los sucesos que iban viviendo los protagonistas, esperando su encuentro, sus diálogos, y anhelando todo el tiempo un avance entre ellos.

El discurso

La originalidad de esta novela tiene mucho que ver con la organización del discurso.

Por empezar hay diferentes voces que narran la historia. Por un lado, un narrador omnisciente y por el otro, cada uno de los protagonistas, de forma independiente,  se encargan de narrar la historia.

La organización del tiempo también está muy bien lograda. La autora se concentra en el presente sin dejarnos desinformadas sobre lo que sucedió en el pasado.

Al comienzo de la historia y en muy pocas páginas, Anna Casanovas nos introduce en la historia de amor que protagonizaron Cecilia y Sebastián en su juventud.

Sin profundizar ni extendese en ese tramo de sus vidas, la autora logra en poco tiempo detallar lo más importante de su pasado y así prepararnos para las emociones que vendrán cuando vuelvan a encontrarse.

Entre el pasado más lejano y el presente incierto, nos encontramos con algunos capítulos que nos cuentan qué fue de la vida de esta pareja durante los años que estuvieron separados y así, Casanovas nos da toda la información para que el disfrute de “Doce años y un instante” sea perfecto.

Sin irse por las ramas y concentrándose en lo importante, el discurso se convierte en un viaje sin pausas que nos mantiene encadenadas al relato. Yo me lo leí sin parar en una larga noche.

Cada uno de los capítulos está encabezado por una canción y parte de su letra. En algunas encontré muy acertada la selección, en otras no logré conectar tanto el capítulo con la canción y personalmente, algunas canciones en inglés y de grupos que no conozco mucho no lograron conmoverme. Pero bueno, es un detalle menor y muy subjetivo.

En otras, como la canción interpretada por Gardel, me sucedió que… siendo argentina y teniendo el tango tan cerca, descubrí en la estrofa seleccionada por la autora un poder que en la canción nunca me había logrado impactar, ni emocionar.

Es que para esta historia decir…

Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo, que lloro otra vez.

—Carlos Gardel.

Tiene otro sentido. Se me pone la piel de gallina de sólo pensarlo. Ya verán...

El tema

En la novela romántica no hay muchos temas que resulten novedosos, de hecho el amor es tan viejo como la vida y hay miles de historias que hablan de amores, dolores y reencuentros.

Pero en este caso la autora supo darle un enfoque que la hace diferente y su estilo tan particular hizo de este relato un himno a la emoción.

Cecilia y Sebastián se amaban con la magnitud de esos amores que nacen para no morir, pero el destino hizo que él se marchara y ella se quedó esperándolo con el corazón roto. Cuando pasó el tiempo y no volvió, ella se encerró en su dolor y así fue como él la encontró. Ella ya no quería sufrir más, pero Sebastián no se daría por vencido. Sin ella la vida no tiene sentido.

“Doce años y un instante” habla del perdón, del amor para toda la vida y de sanar las heridas para poder ser feliz. También nos habla de la lealtad y del amor generoso que se sacrifica por el bien de quien tanto se ama.

En definitiva, esta novela se suspira, se acompaña y se disfruta con ternura y emoción.

Los personajes

En esta novela el lector acompaña a los personajes en un crecimiento físico y emocional.

Al principio la inocencia y la dulzura de Cecilia reflejan sus dieciocho años pero luego vemos como se convierte en una mujer adulta y recorremos con ella los cambios que sufrió su personalidad.

Sin embargo, cuando su corazón palpita, volvemos a encontrarnos con su escencia, su vulnerabilidad y su dolor que no son nada en comparación con el profundo amor que siente por Sebastián.

El personaje de Sebastián es el que más cambios manifiesta pero si algo sostiene a lo largo de todo el relato es su profundo amor por la chica que le mostró los cangrejos que bailaban en la playa.

El es un sobreviviente, que se aferró a un instante de su vida, a un beso de enamorados, para soportar la distancia durante doce años. Su amor es leal y fuerte pero deberá luchar con más fuerza por recuperar la confianza y el perdón de la niña que sin querer lastimó.

Es un personaje deliciosamente tierno, que representa el amor más grande sin caer en cursilerías ni momentos que de tan sensibles dan femeninos. Sebastián es un hombre con todas las letras. Desesperado, arrepentido y enamorado.

En resumen

Doce años y un instante es una novela tierna, que logró conmoverme y que disfruté muchísimo. De rápida lectura y de intensas emociones.

Cuenta con una pequeña historia secundaria, que también habla de la fidelidad y el perdón, pero no logra quitarle protagonismo a la de Sebastián y Cecilia.

Lo que menos me gustó es que por momentos la autora se repite, quizás para postergar lo impostergable y es así que los protagonistas tienen conversaciones que me resultaron muy parecidas. Dieron vuelta sobre lo mismo y no llegaban a ponerse de acuerdo, un acuerdo tan esperado como predecible.

Lo que más me gustó es que mucho antes del epílogo, el final que esperamos ya se produjo y la pareja tiene unas escenas donde intervienen en un conflicto donde se refleja el momento que están viviendo de una manera tan orgánica como original.

Es así, que al terminar el libro no nos queda la menor duda de que valió la pena acompañar a Sebastián y Cecilia hasta el final del camino.

Muy linda historia.

Playlist

Anna Casanovas abre cada capítulo con un tema musical y subió a Spotify una lista para que puedas escucharlas. La podés encontrar bajo el nombre "Doce años y un instante". Como yo no tengo cuenta de Spotify busqué los títulos y los cargué a mi playlist del blog a la que podés acceder siguiendo este LINK