En tierra salvaje - Mary Sharratt

El encuentro de dos solitarios en el corazón de una tierra salvaje. Situada a finales del siglo XVII, esta historia comienza con la partida hacia el Nuevo Mundo de la mayor de las dos hermanas Powers, tan distintas como la noche del día, y cuyos destinos se verán marcados por el mismo hombre en una tierra muy lejana.
May es una muchacha bellísima y sensual a la que su padre decide casar con un primo lejano que vive al otro lado del océano, en las colonias americanas. Al cabo de los meses, dejan de tener noticias de ella, y cuando su padre muere, la hermana pequeña, Hannah, tímida y seria, decide ir al encuentro de May.
Una vez en América, Hannah recibirá la peor noticia, la de la muerte de May, y conocerá al fin a su cuñado, el huraño Gabriel, un cazador que vive en completa soledad en lo más profundo del bosque. Entre ellos se inicia una relación en la que la atracción primero y la pasión después no conseguirán disipar la desconfianza y los recelos de Hannah, obsesionada por saber lo que ocurrió durante el breve matrimonio entre May y Gabriel.
Sola en una tierra extraña, la muchacha no cejará en su empeño de desenterrar el pasado y convocará sin quererlo a los fantasmas que determinarán su futuro.

Este libro lo reseño con historia. Resulta que con mi mamá nunca tenemos los mismos gustos, excepto para los libros, que aunque ella no se prendió en la onda “50 sombras”, si compartimos el Bonellismo, por ejemplo.
También es bibliotecaria, así que siempre podemos hablar de libros... (pero como no me alcanzaba me abrí un blog) ¡ejem…!
El tema es que encontré este libro en su biblioteca y le pregunté si estaba bueno. Me dijo que si, con mucho entusiasmo y entonces me lo llevé.
¡Dios!

La historia

El libro comienza en 1689 y ya el año me resultó deprimente. De ahí en más, todo se me hizo un gris londinense.

Resulta que al principio uno descubre a dos hermanas muy distintas entre sí. May, seductora y hermosa y su hermana menor, Hannah, tímida y recta.

Mientras May se pierde entre los placeres carnales,  Hannah ayuda a su padre en la consulta médica, pero todos sus conocimientos científicos no sirven de mucho porque al ser mujer, nunca podrá ejercer, aunque está muy capacitada, puesto que ayudando a su padre atendió todo.

Cuando su familia comienza a padecer apremios económicos el padre de las hermanas Powers decide casar a May con un primo lejano que vive las colonias americanas.

Hannah siente la pérdida de su hermana pero acepta la decisión del padre.

La intención de mantenerse en contacto epistolarmente resulta muy complicado. Las cartas tardan meses en llegar y las respuestas otros tantos.

Es así que al cabo de los meses, cuando su padre muere y lleva tiempo sin saber de su hermana, Hannah decide viajar para encontrarse con ella.

Cuando llega a América, Hannah no encontró nada de lo que esperaba. Su hermana había muerto y en las tierras donde vivía sólo quedaba su esposo, un hombre solitario que cargaba una pena tan grande que se reflejaba en todos sus gestos.

En el medio de la nada, en una tierra salvaje y abandonada, Hannah deberá rearmar su vida y descubrir que fue lo que pasó entre su hermana May y Gabriel, el esposo triste y uraño.

Mis sensaciones

Les dije que desde que comencé el libro todo fue un gris londinense. La historia se remonta a una época muy antigua y la soledad de esas tierras, más la pena y frialdad de Gabriel me hacían desear con toda el alma que sonara un ringtome con algún reggaetón furioso.

¡NADA! Todo era solitario, triste, pobre y frío. ¡Por Dios el frío que pasó esa chica en la novela!

En un momento volví a preguntarle a mi mamá si estaba segura de que el libro fuese bueno  y volvió a decirme que sí.

Seguí leyendo. Más frío, más depre. Gris…

Me harté y decidí googlear, nada me da más inquietud que un libro recomendadísimo y yo pateándolo para pasar las páginas. Efectivamente a medio mundo le parecía genial esta novela. Una obra de arte.

¡Seguí leyendo! 

Ya en ese punto estaba enganchada con la historia  y quería saber qué había pasado con May  y si Gabriel y Hannah se iban a terminar enamorando.

Lo mínimo que podía darme el libro es un romance para recordar.

Y así más o menos fui llevando la lectura, por la curiosidad de saber qué pasaba.

Ya estaba a medio camino… Seguí leyendo.

Pasada la mitad del libro supe que lo iba a terminar. Algo de lo que esperaba llegó y más o menos supe qué le había pasado a Gabriel para ser así. Y si hubo romance o no… no se los voy a contar. ¡sufran como yo!

Antes de terminar esta reseña tan particular… quiero reconocer que el libro está muy bien escrito y que la época está bien documentada.

Lo que me sorprendió fue que la autora confiesa haber estado investigando para escribirlo  durante diez años.

Casi me da  un síncope y no encontré en el libro temas para investigar taaaaanto tiempo. Tanto como DIEZ años… En fin.

De todos modos, desde el aspecto narrativo el libro está muy bien.

La psicología de los personajes es coherente con sus acciones y con el plano emocional. Los climas están magistralmente descriptos, al punto de congelarme al leer los inviernos de aquella tierra salvaje. Les juro que el frío lo sentí.

Si es por esos aspectos, entiendo que el libro haya gustado tanto.

El problema es que no es lo que a mí me interesa de un libro.

Sí, me gusta que este bien escrito, me revienta lo que se nota está hecho para currar y demás pero son aspectos muy subjetivos los que me llevan a amar un libro.

En resumen

… tiene que ver con mi gusto y toda su subjetividad. No me gusta leer cosas tristes. Por eso en este blog difícilmente encuentren drama. Sé de historias maravillosas, pero no quiero llorar y a muchos no me les animo por miedo a entristecerme. Son épocas.

Ahora, independientemente de eso, hay algo que si o si necesito en un libro y es el final feliz, el final cerrado y claro y la sensación de que el viaje no fue en vano.

Puedo soportar mucha tristeza en el camino hacia el final feliz, pero ese final tiene que estar.

Es por esto que el libro no me gustó.

Lo detesté. Me enojé.

No sólo todo el libro es melancólico, monótono y angustiante (sin exceso de dramatismo, sino como una enfermedad crónica) sino que el final es más triste aún.

El sufrimiento de Gabriel me partió el alma y sentí una pena tan profunda que me indigné.

No fue un final justo, aunque la autora intentó dar un consuelo estúpido.

Hacia el final amé profundamente a Gabriel, mi tocayo con nombre de ángel, que no merecía sufrir así en la vida.

Leí que era una gran historia de amor, otra chica decía que nunca quería olvidar esta historia y en otra reseña leí que era una historia de amor magnífica.

Creo que es la primera vez que no me siento mal por pensar totalmente distinto al resto.

Esta historia me dolió. Acompañé a los personajes en una historia larga, pesada, monótona y triste desde el principio, pensando todo el tiempo que al final, los tres encontraríamos una recompensa y sin embargo Gabriel se quedó purgando una pena dolorosamente triste.

No lo recomiendo porque no me gustó y porque lo sufrí. Simplemente eso, una cuestión de gustos. Pero tienen el 99% de las críticas a favor del libro o si quieren … tienen la opinión de mi mamá.

Por cierto, mamá, esta reseña te la dedico a vos, que te amo con el alma, hasta el cielo, ida y vuelta. A vos que me enseñaste a leer y a escribir siendo mi maestra de primer grado…  pero espero que esa enseñanza no la tenga que aplicar a otra recomendación como esta.

Resultado:

Le doy la menor calificación posible. No porque el libro este mal escrito ni porque no sea interesante. Simplemente me despertó sensaciones tristes y no lo disfruté en ningún momento. 

Así de simple y subjetivo.