El amante de Lady Chatterley de D. H. Lawrence

«Inválido de guerra, Sir Clifford Chatterley y su esposa Connie llevan una existencia acomodada, aparentemente plácida, rodeada de los placeres burgueses de las reuniones sociales y regida por los correctos términos que deben ser propios de todo buen matrimonio. Connie, sin embargo, no puede evitar sentir un vacío vital. La irrupción en su vida de Mellors, el guardabosque de la mansión familiar, la pondrá en contacto con las energías más primarias e instintivas y relacionadas con la vida. La fuerte corriente relacionada con la energía sexual que recorre casi toda la obra de D. H. Lawrence encuentra una de sus máximas expresiones en EL AMANTE DE LADY CHATTERLEY novela que se vio envuelta en la polémica y el escándalo desde el momento de su aparición.»

Mis Sensaciones:

Cuando se escribió esta obra, en 1928, revolucionó a la sociedad del momento, sufriendo muchos ataques y censuras.
Se la sigue nombrando como la madre de la literatura erótica. El pico más alto del erotismo que explota en palabras. Pues bien, si uno la lee bajo esa advertencia lo más probable es que consiga un buen bostezo.

Como a mí me gustan las historias por sobre la prosa, los personajes por sobre los recursos estilísticos, es obvio que la lectura de Lady Chatterley no me causó un gran impacto. Pero para ser justos, hay que ubicarse en diferentes ángulos para admirar una obra. Estamos hablando de una reliquia de la literatura, que sufrió un fuerte repudio, escandalizando a la sociedad de aquella época. Si uno ha leído literatura erótica contemporánea o mismo si no ha leído nada, pero recuerda alguna película, cuesta entender el escándalo que significó este libro en aquellos años.

No los voy a aburrir con toda la historia de censura que sufrió esta obra pero pueden buscarla en Internet. Lo importante es que hay varias versiones, según fueron pasando los años.

Se me ocurrió reseñar “El amante de Lady Chatterley”, luego de haber leído “La amante imaginaria”. Si trazamos un paralelismo, ambas historias nos hablan de dos mujeres cuyos maridos están postrados por una parálisis y deben luchar entre el deseo y las obligaciones para con los hombres que eligieron. Cada una toma el control de su vida de diferente manera y en este punto es donde el tema central de la obra de D. H. Lawrence sale a luz.
El autor más allá del sexo, centra su obra en una crítica a la sociedad hipócrita a la que estaban sometidos.

La lectura es lenta y por momentos se va por las ramas, cuando nosotros queremos centrarnos en la historia de los protagonistas. Carece de romance y ternura, quedando en evidencia que la intención del autor no era narrarnos una historia de amor sino, más bien denunciar la conducta humana de principios del siglo XX.
Un final abierto que me llevó a chequear si mi versión del libro estaba incompleta y un clima frío y sin ritmo que deprimía mi lectura.
Cabe destacar el rico vocabulario, el valiente planteo para aquellos tiempos y fundamentalmente, la construcción de una obra que aún en estos tiempos sigue siendo considerada la cumbre del erotismo.



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2 comentarios

  1. Este libro le busqué durante mucho tiempo porque cómo bien decís en tu crítica es la madre de la literatura erótica, pero me pasó lo mismo que a vos con esta lectura, mi sensación fue el pensar que para la época era una historia muy osada, pero sentí que todo el relato se puso lindo, al menos desde mi punto de vista, sobre el final de la historia, quedé con la sensación de que cuando estaba terminando el libro yo comenzaba a engancharme con le historia y por supuesto me quedé con ganas de más...

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    1. Tal cual! Yo dude de la versión que tenía del libro. Pensé que quizás le faltaban páginas... Besos!

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