¿Suave como la seda? - Noelia Amarillo

El espléndido príncipe azul venció al fiero dragón, desafió a la malvada bruja y rescató a la hermosa princesa. Con los primeros rayos de sol, montaron sobre el blanco corcel y emprendieron viaje hacia un castillo de cuento de hadas…Pero, ¿y si el príncipe ni es príncipe ni es azul? ¿Y si no tiene blanco corcel, ni castillo maravilloso? ¿Y si es un honrado trabajador, con un sentido del humor inexistente y un genio de mil demonios? ¿Y si viste vaqueros en vez de brillante armadura y su ejército lo componen zapatos en vez de guerreros? ¿Puede un simple zapatero ser el príncipe encantado que toda princesa busca?
¿Y si la princesa no es delicada? ¿Y si en vez de tímida y recatada es arisca e insociable? ¿Y si no sabe entonar dulces canciones de amor, pero se le da de maravilla pelear? ¿Y si en vez de bordar hermosos tapices, su trabajo consiste en vender juguetes eróticos? ¿Puede esta insólita mujer ser la dulce princesa que enamora al príncipe azul… aunque dicho príncipe sea en realidad un zapatero enfurruñado?Puede el amor surgir entre la chatarra, los zapatos y las clases de jiu-jitsu de un gimnasio de barrio? ¿Por qué no?

La historia

Está protagonizada por Darío, el hermano de Ruth (Cuando la memoria olvida) y Ariel, una joven pelirroja, arisca y solitaria.

La joven, que trabajaba como electricista, se queda sin trabajo y debe buscar otro medio para vivir. En esa búsqueda laboral encuentra a Venus, que le propone vender juguetes eróticos por catálogo, al mejor estilo vendedora de Avon.

Venciendo sus pudores, Ariel descubre en un gimnasio un grupo de mujeres que podrían ser potenciales clientes y en seguida se ganó la simpatía de ellas.

Fue en ese lugar donde Darío la descubre, cautivado por su aroma a almendras, miel y canela, sus cabellos rojos y su piel nívea que le daban aspecto de hada encantada.

Desde ese primer encuentro, el muchacho se propone conquistarla, pero no resultaría fácil. Ariel es bastante antisocial, desconfiada, independiente y muy reservada, pero con paciencia, Darío irá venciendo cada una de las barreras que su hada construyó desde hace mucho tiempo para protegerse del mundo. 

Entre artes marciales, breves paseos  y encuentros, y provocaciones infantiles, Darío y Ariel construirán una relación donde la inocencia de ella y los puros sentimientos de él lograrán conmovernos, y a la final, el único y verdadero amor será descubierto por los protagonistas.

Mis sensaciones:

¡Vamos de nuevo! SENSACIONES…  Y es en estos casos donde recuerdo por qué pongo “mis sensaciones” y no escribo “mi opinión”. En la lectura la subjetividad se profundiza mucho más, me conecto con la fibra más íntima y con un libro se disparan mil cosas que vaya a saber de dónde las traigo y con esta autora me pasa que no logro empatizar.

Hay algo en su estilo que me choca y si bien lo tengo claro prefiero volcarme a lo positivo y no profundizar en lo que no me gusta ni en el por qué. 

Noelia Amarillo tiene puntos positivos. Empezando por un buen dominio de la narrativa y una sensibilidad muy creativa para construir el perfil psicológico y emocional de los personajes.

La serie "Amigos del barrio" está compuesta por tres libros hasta el momento, "Falsas apariencias", "Cuando la memoria olvida" y este último. De la serie, destaco el segundo, que fue el que más me gustó y con esta nueva novela me pasó lo mismo que con el primero: no me gusto tanto.

Los personajes

Me resultaron un poco exagerados e inverosímiles y en el intento de dotarlos con características originales el resultado termina bordeando el ridículo.

Noelia Amarillo vuelca en sus libros un humor muy particular que no logro disfrutar. Se repite mucho y abusa de ese recurso, independientemente que no me resulte gracioso.

Al principio del libro todo me resultaba exagerado y forzado, desde la composición de los personajes, las situaciones  hasta humor que no me convence. Sin embargo, a mitad de la lectura, no sé si es que ya estaba acostumbrada o qué, pude dejar de lado esas cuestiones y concentrarme en la historia de fondo.

Al igual que en “Cuando la memoria olvida”, me conmoví por la historia de Ariel y eso es algo que Noelia Amarillo maneja muy bien. Construye historias interesantes y originales que mantienen al lector atrapado en la lectura hasta el final. El problema en mi caso es que el estilo exagerado y forzado de la autora me genera más rechazo que otra cosa y en la balanza no siempre ganan los puntos positivos que le encuentro.

La novela resulta una comedia romántica con toques de erotismo, con un discurso bien organizado que se construye poco a poco, manteniéndonos enganchados a la espera del final esperado. Un final, por cierto, que me gustó mucho y que cumple con lo esperado.

En resumen

Esta novela es una pura y tierna historia de amor, que en mi caso personal se vio empañada por algunas decisiones autorales propias del estilo de Noelia Amarillo.

Es una historia entretenida, que cuenta la historia de dos personajes que estaban solos hasta que se encontraron y que descubren entre patadas, besos y peleas el verdadero y único amor.

Con un claro intento de alcanzar el humor de Maxwell pero sin acercarse ni un poco, Amarillo construye el discurso basándose en chistes, duelos verbales y reacciones exageradas.

Sé que Noelia Amarillo tiene muchas seguidoras que aman su estilo, no es mi caso, pero reconozco que el resultado final es aceptable. Y a la hora de calificar voy a dejar de lado mi opinión personal y mi gusto subjetivo, rescatando la historia de amor creada e ignorando el estilo de la autora.

Le daría dos estrellas por las cosas que no me convencieron pero sería poco objetiva, pero subo un poquito  porque la base donde se apoya esta historia es muy tierna y emotiva y no puedo dejar de rescatar que cuando Noelia Amarillo explora las emociones y la sensibilidad lo hace muy bien.